Una historia corta… de Spiderman

Uriel De Simoni
2 min readAug 13, 2021

Hoy es mi última noche en casa. Estábamos mirando una película y, ni bien terminó, salí al patio porque escuché gritos. Una voz de hombre que gritaba y gritaba. Otra voz. Una chica que asentía y después negaba. Ella varios tonos más altos que él, pero casi en mute. Me subí a la medianera y vi a los vecinos de al lado también tratando de ver qué pasaba.

Los gritos venían de atrás, del jardín público que está en la parte del fondo de casa. Me asomé un poco más desde arriba de la pared y vi a un chico de unos 20 años insultando a la que calculé que era la novia. Ya se estaba pasando unos pueblos con el volumen y las groserías y los insultos. Ya le había nombrado a varios ancestros y me empezó a subir desde los huevos esa rabia que solo puede venir de los huevos.

La chica le decía, “Gordon, it’s not like that, it’s not like that, calm down!”. Miré a los vecinos sonriendo. Me devolvieron el gesto. Me dije “sí”, y me decidí a gritar. Un grito: “Gordon shut the fuck up, we have kids here” (Gordon, cerrá la puta boca. Tenemos chicos acá). Silencio. Veo al chico que encara para la calle. La novia lloraba. Habrá caminado unos diez, veinte metros y se dio media vuelta. Gordon volvió y le siguió gritando. Le dije en voz baja a la madre de mi hijo que fuese hasta donde las cajas de la mudanza. Al living, a la que está abajo de la de los libros y me alcanzase la máscara de Spiderman. Me la puse y me asomé con toda la pose de Peter Parker. Yo, todo cuclillas, todo nuevo Avenger, decidiéndome si iba a ser Peter o Miles Morales. Al caso, no…

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